La Espiritualidad del Silencio
La Espiritualidad del Silencio es un camino de silencio, de oración, de docilidad y de discernimiento. Las manos de la Virgen del Silencio indican simbólicamente este camino:
- La mano derecha: Detente, Cálmate, Espera
Detente: ¿todos corremos, hacía donde? Un místico escribía: “¿Detente, hacía adonde corres? | El cielo está dentro de ti; | Si en otro lugar tú lo buscas | En eterno lo pierdes” (Angelus Silesius). Detenerse para hacer silencio y orar, para gustar cada momento como don de Dios, para comenzar de nuevo de cada derrota de la vida, detenerse para reinventarse y crear cosas nuevas.
Cálmate: Padre Pio solía decir: “Reza y espera, no te agites. La agitación non sirve de nada. Dios es bueno y misericordioso, escuchará tu oración”. Calmarse, contra la ansiedad del eficientismo, del activismo y del futuro. Vivir en el momento presente es el secreto de los santos, de los sabios y de los artistas.
Espera: la verdad se abre el camino en el tiempo, las obras de Dios se revelan en el tiempo, las personas se manifiestan en el tiempo. El tiempo es el verdadero criterio de discernimiento para descubrir el grano y la cizaña. El santo obispo Don Tonino Bello decía: “Esperar: voz del verbo amar”, porque la paciencia lo consigue todo.
- La mano izquierda indica el Silencio y el Cielo
Silencio: el silencio es el idioma de Dios, el lenguaje del amor, el gemido de los santos, la pluma colorada de los artistas, la nota fundamental de los músicos, la brisa ligera del viento, el canto de la naturaleza, el susurro de los ángeles, el latido del corazón, el último grito de los difuntos. María, Virgo del silencio, maestra y madre espiritual, nos enseñe a acoger el don del silencio para poder escuchar a Dios y callar para no caer en la tentación de hablar mal de los demás, de la envidia y de la calumnia.
Cielo: San Pablo escribe: “Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra. Porque habéis muerto y vuestra vida está escondida en Cristo en Dios!” (Col 3,1-3). Del Cielo vinimos y al Cielo volveremos: esta es la realidad cristiana que nos llena de profunda alegría.
Consagración a la Virgen del Silencio
O María, Virgen y Madre del Silencio,
consagro a Ti toda mi vida.
Dígnate de imprimir en mi corazón el rostro de tu hijo Jesús,
muerto y resucitado para mí.
Al dichoso anuncio del Ángel Tu dijiste “Fiat”,
en las bodas de Cana me enseñaste a hacer todo lo que dice el Señor;
bajo la cruz me diste el ejemplo de unión a Jesús obediente al Padre.
Virgen del Silencio, canal de gracia,
dóname cada día la fuerza de una sincera conversión
y de una vocación estable.
María, rocío de la Belleza divina,
haz de mí una obra maestra de santidad,
realizada al alto precio de la sangre de Cristo.
O María, catedral del Silencio,
haz resonar en mí esta oración:
“No tengas miedo, porque tú eres mi hijo y eres muy amado por el Padre Celestial”.
Santa María, ancla de salvación, puente entre el cielo y la tierra,
guíame junto a los ángeles y a los santos
a construir el reino de Dios sobre la tierra,
para qué yo pueda vivir a la constante presencia de la Santísima Trinidad
y desear para los demás y para mí
la paz y la alegría sin fin de la Jerusalén celestial.
Amén
Padre Emiliano Antenucci
con la aprobación eclesiástica
Oración a las 12 Virtudes del Silencio
- SILENCIO. Oh María, Virgen del Silencio, te pido el don del silencio interior, para que pueda escuchar la voz de Dios en mi. Amén. Dios te salve María…
- ESCUCHA. Oh María, Virgen de la escucha, dóname la fe para escuchar y poner en práctica la Palabra de Cruz y de Luz de Tu Hijo Jesús. Amén. Dios te salve María…
- HUMILDAD. Oh María, Señora de la humildad, soy una mezcla de tierra y de cielo, dóname la dulzura hacia mi prójimo y la santa humildad hacia Dios. Amén. Dios te salve María…
- ALEGRÍA. Oh María, Madre de nuestra alegría, haz que mi alma pueda magnificar las maravillas del Amor de Dios. Amén. Dios te salve María…
- ATENCIÓN. Oh María, Virgen Atenta al Hijo de Dios, haz que yo esté atento a Dios y a los hermanos y hermanas que me rodean. Amén. Dios te salve María…
- ESPERA. Oh María, Virgen de la espera, haz que sepa esperar los tiempos de Dios con paciencia y con perseverancia, para que se cumpla solo y exclusivamente la voluntad de Dios en mi. Amén. Dios te salve María…
- EQUILIBRIO. Oh María, Virgen del Equilibrio, dóname equilibrio entre los silencios y las palabras, el descanso y el trabajo, la oración y el apostolado. Amén. Dios te salve María…
- DOCILIDAD. Oh María, Virgen de la Docilidad, pon en mi corazón Tu corazón de “madre celestial” y el corazón de Tu Hijo manso y humilde, obediente en el abandono al Padre celestial. Amén. Dios te salve María…
- ESTABILIDAD. Oh María, Virgen de la Estabilidad, te pido la estabilidad del corazón y de la mente, para que pueda cada día tomar mi cruz el la vía del Calvario y del Tabor. Amén. Dios te salve María…
- PUREZA. Oh María, Virgen Toda Pura, dóname un corazón puro, lleno de ternura y de amor sincero hacia todas las criaturas. Amén. Dios te salve María…
- CONFIANZA. Oh María, Madre de la Confianza, aleja de mi el desaliento y la tristeza, infunde en cambio la paz, la alegría y la esperanza, para que la confianza en Dios pueda cumplir milagros. Amén. Dios te salve María…
- MISERICORDIA. Oh María, Madre de la Misericordia, bajo Tu Manto pongo toda mi vida, haz que pueda ser instrumento de paz, de perdón y de misericordia. Amén. Dios te salve María…
Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, Ángeles y Santos todos oren por nosotros y con nosotros.
Se concluye con la jaculatoria (Jesús, María, salven almas!) repetida por una corona del rosario (50 veces), después se reza según las intenciones del papa y de la Iglesia con Padre nuestro, Dios te salve María y Gloria. Al final se traza una señal de la cruz en la frente, sobre la boca y sobre el corazón. Amén
Padre Emiliano Antenucci
Novena a la Virgen del Silencio
Ten confianza en María, una confianza sin límites; ella te tiende su mano de Madre, te mira con sus ojos todos llenos de misericordia, te anima con su voz toda compasiva, te abre su corazón que tanto a sufrido por ti. Tú sabes cuanto te ama, o más bien no lo sabes, ya que ella te ama más de lo que tú puedas imaginar. (F. Pollien, monje cartujo)
Esquema: Invocación al Espíritu Santo, Angelus, oración del día de la novena y oración silenciosa-meditativa sobre el “fruto” del Silencio (Confianza, Escucha, Humildad, Unidad, Esperanza, Liberación, Paz, Alegría, Amor).
- CONFIANZA. Oh María, Virgen del Silencio y Madre de la Confianza, aleja el desaliento, la desesperación y la pereza, para que pueda poner orden en mi vida y empeñarme cada día a realizar el Proyecto de Amor que Tu Hijo Jesús tiene para mi. Amén
- ESCUCHA. Oh María, Virgen del Silencio y de la Escucha, arrojo en Tu corazón y en el de Tu Hijo Jesús la rebeldía, la sordera espiritual y la desobediencia a la voluntad de Dios. Oh Madre de la Luz, dóname una mente abierta a la Gracia, un corazón dócil y dilatado para amar y una voluntad lista para responder a las llamadas de Dios. Amén
- HUMILDAD. Oh María, Virgen del Silencio y Señora de la Humildad, soy “una mezcla de tierra y de cielo”, dona a mi alma de dejarse “fecundar” por el misterio de la Encarnación, para que pueda llevar frutos de luz y de amor a los demás. Amén
- UNIDAD. Oh María, Virgen del Silencio y Madre de la Unidad, mi corazón y mi vida están destrozados por el pecado, por el odio y por la muerte. Madre de la Consolación, dóname de ser instrumento de paz y de unidad en cada momento presente. Amén
- ESPERANZA. Oh María, Virgen del Silencio y Madre de la Esperanza, aleja la falta de fe, de esperanza y de caridad. Dóname “ojos interiores”para mirar todo con pureza, con bondad y con optimismo, para que pueda ver Dios en cada persona y situación cotidiana. Amén
- LIBERACIÓN. Oh María, Virgen del Silencio y Reina de las Victorias, libérame de todos los males pasados, presentes y futuros y dóname un corazón libre para poder cantar las maravillas del Amor de Jesús y de la protección de Tu Manto celestial, María. Amén
- PAZ. Oh María, Virgen del Silencio y Reina de la Paz,dona paz a nuestro corazón, a nuestra casa, a nosotras familias y a nuestras comunidades. Gloria a Dios en lo alto de los cielos y paz en la tierra a los hombres que él ama. Haz resonar siempre dentro de nosotros este anuncio de los ángeles por el nacimiento del Rey de la Paz. Amén
- ALEGRÍA. Oh María, Virgen del Silencio y Madre de la Alegría, aleja la tristeza, la mediocridad y la superficialidad. Alégrate, María… (cada uno en silencio puede decir su nombre). El saludo del Arcángel Gabriel abra cada mañana nuestros ojos a la Luz e ilumine nuestro rostro y los rostros de los que encontramos a lo largo del camino de la vida. Amén
- AMOR. Oh María, Virgen del Silencio y Madre del Amor Hermoso, enséñanos el Amor verdadero, gratuito y eterno. Dónanos una mirada amorosa que nos abra a la vida, a la creación y a la belleza. Amén
ORACIÓN:
Santa María, Virgen del Silencio y de misteriosa paz: afligida, fuerte, fiel, esperas ante el sepulcro, donde calla la Palabra y yace el Santo de Dios. Esperas vigilante que de la oscuridad surja la Luz, de la tierra brote la Vida. Esperas el amanecer del día anochecer. La ora del parto de la humanidad nueva. Esperas ver en el Hijo resucitado el rostro nuevo del hombre redimido, de escuchar el nuevo saludo de paz, de cantar el nuevo canto de gloria. Virgen del Espíritu, icono de la Iglesia, implora para nosotros tu fe en la Palabra, tu esperanza en el Reino, tu amor por Dios y por el hombre. A ti, gloriosa Madre de Dios, bienaventurada por la fe, mujer de inmensa piedad,nuestra alabanza perenne y agradecida. Amén
Padre Emiliano Antenucci
Oración a la Virgen del Silencio
Oh María, Virgen de la Catedral del Silencio,
consagro a ti toda mi vida.
Madre de la oración continua, tú eres el vientre
de nuestra alabanza, porque adoras el Verbo infante y
el Cordero inmaculado y inmolado para nuestra salvación.
Sosténme en el levantar las manos al cielo, para magnificar
el Señor, resistir a los ataques del enemigo y
llevar las alegrías y fatigas de los hombres de hoy.
Fuente de alegría y estrella que anuncias el surgir
del Sol, ilumina el camino cristiano abriéndome
siempre los ojos del corazón al asombro de la Luz de la Vida.
María, testamento de Amor bajo la cruz, ayúdame
a amar como Dios quiere, para que pueda vivir
en la beatitud eterna junto a los ángeles y los santos. Amén
Padre Emiliano Antenucci
Prayer to the Virgin of Silence
O Mary, Virgin and Cathedral of Silence,
I consecrate my entire life to you.
Mother of continuous prayer, you are the womb
of our praise, for you adore the infant Word and
the immaculate and sacrificed Lamb for our salvation.
Support me in raising my hands to heaven, to magnify
the Lord, resist the assaults of the enemy, and
bear the joys and hardships of today’s people.
Source of joy and star announcing the rising
of the Sun, illuminate the Christian path, opening
always the eyes of my heart to the wonder of the Light of Life.
Mary, testament of Love beneath the cross, help me
to love as God desires, so that I may live
in eternal bliss with the angels and saints. Amen
Father Emiliano Antenucci